En lo alto de un antiguo castillo en ruinas, vive un viejo fantasma. De puntillas, un grupo de atrevidos niños empieza a subir las escaleras; todos quieren ser el primero en llegar a lo más alto y asustar al fantasma con un buen “BUUUUU”. Pero el fantasma ya conoce este juego, y por ello ha encantado las escaleras, de modo que los niños, a medida que van subiendo, ¡también se convierten en fantasmas! Cada vez que un jugador tira el dado y sale un fantasma, puede poner uno de los fantasmas sobre el peón de un jugador cualquiera. Un misteriosa fuerza magnética les une: ¡el peón ha desaparecido! Ahora solo hay que recordar debajo de qué fantasma está tu peón.
Empezarás con el peón de tu color, pero tarde o temprano el fantasma lo tapará y tendrás que tener muy buena memoria para recordar cuál es el tuyo.
Las figuras de fantasma llevan un imán para esconder perfectamente a los peones y hacer trabajar la memoria de los jugadores. Cuando salga el fantasma en el dado, podrás tapar uno de los peones, y cuando estén todos disfrazados de fantasma, podrás empezar a confundir a los demás.